Cuando se posee una obra de arte, es importante conocer, además de su valor intrínseco, su valor estético, cultural, histórico e incluso sentimental. Esto es especialmente útil si ha perdido o dañado una obra de arte, o si está pensando en regalarla o donarla. Aunque es posible averiguar el valor aproximado de una obra de arte, la forma más fiable de hacerlo es recurrir a una tasación profesional de la obra.
Sin embargo, antes de contratar a un tasador, es importante saber qué esperar y qué factores tener en cuenta para asegurarse de que la tasación de su arte, o del arte que está intentando adquirir, se ajusta a sus necesidades.
¿Qué es una tasación de obras de arte y qué documentación debo aportar cuando solicito una tasación?
Una tasación es, en general, una opinión de valor bien documentada y respaldada por un experto imparcial. Es importante saber que esta opinión puede expresarse en términos de una cantidad específica, un rango de valores o en relación con valores anteriores. En concreto, las obras de arte entran en la categoría de «bienes personales». Esta categoría también incluye muebles, documentos, maquinaria y textiles.
¿Qué es y qué no es una tasación de arte?
Como mínimo, el gobierno estadounidense no aprueba a los tasadores de bienes personales. Por lo tanto, antes de contratar a alguien, es importante prestar atención a las cualificaciones del tasador y saber qué esperar. El tasador debe estar familiarizado con la obra de arte. En particular, deben estar familiarizados con el período y el medio al que se aplica su arte, y deben tener experiencia en la valoración del arte correspondiente.
Es importante tener en cuenta que el tasador no debe tener un conflicto de intereses en relación con la obra de arte que se está valorando. La tasación no es una ciencia exacta, y menos aún en el caso de las obras de arte. El proceso de asignación de un valor a una obra de arte debe basarse en datos y conocimientos bien documentados.
También hay que tener en cuenta que la tasación no pretende determinar la autenticidad de una obra de arte. Esto significa que si quiere demostrar la autoría de una obra de arte, tendrá que preguntar a otro experto. A veces un tasador realiza la autentificación, en cuyo caso se requieren dos informes distintos. Además, un informe de tasación no es un certificado de propiedad.
Además, las tasaciones de arte no son evaluaciones verbales del valor, sino informes escritos por profesionales. Si quiere hacerse una idea general del valor de una obra de arte, puede solicitar una estimación preliminar del valor a un tasador de arte, a un marchante o a un galerista, pero no se consideran tasaciones.
Pasos a seguir para obtener una tasación adecuada de una obra de arte
1) Objetivo de la evaluación
Antes de solicitar una tasación, es importante aclarar el objetivo de la misma. Los objetivos más comunes son: 1) renovar o comprar un seguro; 2) gestionar una reclamación por pérdida o daño; 3) donar una obra de arte; 4) liquidar un patrimonio familiar; 5) planificar la venta o compra de una obra de arte; y 6) resolver una división o disputa familiar.
Por ejemplo, al comprar o vender una obra de arte, suele ser posible obtener una estimación del valor justo de mercado (FMV) de la obra. Es la cantidad que un comprador informado querría pagar por la pieza si la comprara en el mercado abierto un vendedor informado. El otro valor es el de subasta, que es el precio al que se vendería la pieza en una subasta. Para algunas monedas, este precio puede ser inferior al valor de mercado.
Del mismo modo, existe una tasación (valor de reposición) que se realiza a efectos del seguro. Este precio refleja el importe de la indemnización que la compañía de seguros pagará si la moneda se daña, se destruye o es robada. Suele incluir el valor de venta al público más los costes adicionales que puedan derivarse de la reparación de la obra o su sustitución por una copia exacta o aproximada (lo que suele ser imposible en el caso de las obras de arte). En muchos casos, las compañías de seguros calcularán un valor más alto para este tipo de valoración.
En muchos países, las obras de arte vendidas están sujetas al impuesto sobre las plusvalías, y al impuesto de sucesiones si el propietario fallece, tiene una deducción fiscal o si la obra de arte es donada. En este último caso, es necesario poner un valor al objeto al iniciar una nueva transacción. En Estados Unidos, donde el uso de una tasación es una cuestión fiscal, el IRS exige que el tasador sea miembro de las siguientes sociedades de tasación: AAA (Asociación de Tasadores de América), ISA (Sociedad Internacional de Tasadores), SIA (Sociedad Internacional de Tasadores), SIA ), y ASA (American Society of Appraisers).
2) Documentación adecuada
Para evaluar correctamente una obra, se requiere toda la documentación necesaria relacionada con la misma. Dependiendo de la obra, esto puede incluir recibos de tasaciones anteriores, registros de procedencia, registros de restauración, exposiciones en las que la obra ha sido expuesta, registros de ventas y publicaciones en las que la obra ha aparecido. Por lo tanto, es muy importante registrar cuidadosamente toda la información sobre una obra cuando la adquiera.
3) Determinar el alcance de la evaluación
El tasador debe compartir con el cliente el alcance del trabajo que se incluirá en el informe final. El primer paso suele ser una inspección in situ y la documentación fotográfica del estado de la obra para documentar completamente su aspecto y estado. En algunos casos, también se hace de forma digital, con el envío por parte del cliente de fotos y toda la información necesaria.
4) Elementos de una evaluación fiable y profesional
Según «Elements of a Correctly Prepared Appraisal» (Elementos de una tasación correctamente preparada), publicado por la Asociación de Tasadores, un documento de tasación fiable debe identificar y describir el objeto que se evalúa, incluyendo fotografías, el alcance del trabajo realizado por el tasador, el cliente u otro usuario, la identidad del tasador, la identidad del usuario y la fecha de la tasación. el alcance del trabajo realizado por el tasador, el cliente u otro usuario, y el uso previsto del informe.
El informe de tasación también debe incluir una definición de valor (por ejemplo, valor justo de mercado o valor de reposición), la fecha de entrada en vigor y cualquier característica relevante del objeto. Deben explicarse los datos y el análisis necesarios para respaldar la opinión de valor. Por lo general, debe citarse la fuente de los datos junto con un glosario de términos. El documento debe incluir también una certificación firmada en la que se solicite una declaración de que el evaluador no es parcial.
Aunque se recomienda que el informe se prepare de acuerdo con las Normas Uniformes de Práctica Profesional de Tasación (USPAP), hay que tener en cuenta que el contenido del informe puede variar en función del objetivo de la tasación y del país en el que se realice.
Los principales elementos que debe incluir un inventario de obras de arte analizadas o un resumen de la propiedad son los siguientes
- Nombre de la obra
- Nombre del artista
- Resumen del trabajo
- Medio
- Dimensiones
- Fecha del objeto
- Nombre del artista (en su caso, certificado)
- Marcado
- Estado de la obra – historial de restauraciones anteriores
- Procedencia: historial de propiedad o asociación con una colección importante.
- Número de edición. Número y tamaño
- Relevancia histórico-cultural
- Historia de la exposición
- Historia de la publicación
- Rareza
- Estilo y tendencia
- Enfoques para obtener el valor de una obra
Como se ha mencionado anteriormente, uno de los elementos clave de una tasación es el método utilizado por el tasador para determinar el valor del objeto. Según «Valuation of Fine and Decorative Art», un folleto publicado por The Appraisal Foundation, uno de los enfoques más utilizados para las obras de arte es el «método de comparación de ventas». Según el folleto «Valuation of Fine and Decorative Art» de The Appraisal Foundation, uno de los enfoques más utilizados para el arte es el «método de comparación de ventas», que consiste en comparar los precios de obras de arte similares al objeto que se está valorando.
Los comparables pueden incluir no sólo obras del mismo artista, sino también otras obras de características similares. Pueden ser subastas, ventas en galerías o los propios artistas. A partir de estos datos, el tasador ajusta el precio de venta de los comparables en función de sus diferencias con el inmueble objeto de la tasación. La calidad, el tamaño, la edad, el tema, la complejidad, etc., incluidos en el inventario de bienes arriba mencionado pueden variar.
Otros enfoques son el enfoque del coste (el coste de hacer una copia o un sustituto del objeto) y el enfoque de los ingresos (el cálculo del valor de un activo que produce ingresos mediante el cálculo del valor actual de los flujos de caja esperados). El punto clave es que el método aplicado por el tasador debe estar plenamente explicado, justificado, definido y adaptado a las características específicas del bien que se valora.
(5) Informe final
Una vez que haya recibido el informe de tasación definitivo, es importante comprobar que cumple con los requisitos básicos de información, sección y datos descritos anteriormente. Si cumple los criterios, se presentará con otros documentos en la exposición. Conviene recordar que los tasadores están obligados a conservar los registros de todos los trabajos durante al menos cinco años después de su creación o durante al menos dos años después de la sentencia definitiva del procedimiento judicial en el que el tasador prestó testimonio relevante para el encargo, lo que sea posterior. Sin embargo, la mejor estrategia es mantener todos los documentos organizados y listos para ser utilizados cuando los necesite.